Intereses de demora - ¿Qué son los intereses de demora?
Los intereses de demora son aquellos que se imponen sobre una deuda que no se ha pagado en el plazo establecido.
Establecer una fecha de vencimiento en tus facturas te ayudará a llevar un mejor control de tus cuentas y a gestionar la reclamación del pago en caso necesario.
También conocidos como intereses moratorios, los intereses de demora son una compensación para el acreedor cuando éste no ha recibido el pago de una deuda a tiempo.
¿En qué casos se pueden cobrar intereses de demora?
No siempre que existe una deuda se puede reclamar el cobro de intereses de demora. Hay unos requisitos que se deben cumplir para ello:
Se ha tenido que establecer previamente el pago de estos intereses en caso de incumplimiento (salvo en las operaciones comerciales sin consumidores involucrados).
No puede existir ningún tipo de pacto contra el pago de intereses de demora.
Lo que se adeuda tiene que ser dinero.
El acreedor tiene que haber cumplido con lo establecido en el contrato.
La deuda tiene que haber vencido.
¿Cuándo empiezan a sumarse los intereses de demora?
Para saber desde qué momento empiezan a sumarse intereses de demora a una deuda, debemos distinguir entre los contratos que se dan entre personas particulares y los que forman parte de operaciones comerciales.
Intereses de demora entre particulares
Si estamos hablando de un contrato entre particulares, normalmente, los intereses comienzan a sumarse a la deuda en el momento en que el acreedor exige al deudor que cumpla con su obligación (esto puede hacerse por vía judicial o no).
Sin embargo, si el contrato indica que no es necesario recurrir a la reclamación (sea esta judicial o extrajudicial), los intereses de demora comienzan a contar desde que se incumple el pago.
Intereses de demora en operaciones comerciales
En los contratos de operaciones comerciales, los intereses de demora se activan en el momento en que se incumple el plazo, sin necesidad de que haya una reclamación de la deuda.
Si la deuda está dentro del ámbito de aplicación de la Ley de morosidad, se establece el plazo máximo para el pago en 60 días tras la recepción de la mercancía o prestación del servicio para operaciones entre empresas. Cuando se trata de deudas con la Administración, el plazo de pago es de 30 días.
¿Cómo calcular los intereses de demora?
Normalmente, el interés de demora se suele acordar entre las partes de manera previa, por ejemplo en las condiciones de pago de la factura. Sin embargo, cuando esto no sucede, se aplica interés legal del dinero, que se fija cada año en la Ley de Presupuestos Generales del Estado.
Para calcular el interés de demora, multiplicaremos el total de la deuda por el tiempo que ha pasado desde el vencimiento de la deuda (dividido entre 365) y volveremos a multiplicar el resultado por el tipo de interés de demora.
Por ejemplo, imaginemos que tenemos una deuda de 1.000 euros que venció hace un mes y tenemos que tomar como tipo de interés el interés legal del dinero que para 2020 es del 3%:
Interés de demora = 1.000 x (30/365) x 0,03 = 2,46€
Además de los intereses de demora, la Ley de morosidad también recoge el derecho del acreedor a reclamar una indemnización por los costes del cobro que se hayan producido a causa de la mora.
En cualquier caso, si quieres saber más sobre cómo proceder cuando tengas facturas impagadas, puedes consultar nuestro artículo Cómo gestionar facturas impagadas.