¿Es buena idea aplicar el 7% de retención a tu modelo de factura?

En los últimos años, el Gobierno ha aprobado diferentes medidas fiscales para favorecer el trabajo autónomo.

Una de estas medidas es la posibilidad de aplicar el 7% de retención de IRPF en las facturas para los nuevos autónomos durante los tres primeros años de actividad.

Cuando uno usa un modelo de factura (en un programa de facturación, por ejemplo) siempre tiene la opción de introducir una retención.

La retención de IRPF es un porcentaje sobre el importe neto (antes de IVA). Este porcentaje, que se ha de restar a la base imponible, es una cantidad que el autónomo debe a Hacienda.

Por qué aplicar el 7% de retención a un modelo de factura

Poder aplicar el 7% de retención es, a primera vista, una buena medida para ayudar al emprendimiento.

Los autónomos con más rodaje han de aplicar el 15% (nota: la retención solo se aplica cuando el cliente es otro autónomo o una empresa).

¿Qué ventaja tiene para un autónomo que empieza por primera vez? Veamos: la retención es un impuesto que el autónomo ha de adelantar a Hacienda por su actividad.

Cuanto menor es el porcentaje, menor es el impuesto a pagar. Luego para un autónomo que comienza la ventaja es clara.

Consecuencias de aplicar el 7% de retención a un modelo de factura

¿Pero esto es así siempre? ¿Se trata de una ventaja real para el autónomo? La respuesta es sí y no.

A corto plazo, es sin duda una ventaja. Pues el autónomo, en lugar de tener que retener el 15% de IRPF a sus facturas a Hacienda en cada declaración trimestral, retendrá el 7%.

Y eso se traduce en una mayor disposición de dinero para el autónomo. Luego, una carga menos para sus cuentas.

No obstante, a largo plazo (o mirándolo a un año vista), cuando toca hacer la declaración anual de IRPF, lo que era una ventaja puede dejar de serlo.

Y es que lo que el autónomo no ha retenido durante la declaración trimestral de IRPF, tendrá que pagarlo en su declaración anual.

En efecto, la medida del 7% no es una medida de gracia. Es decir, no es una desgravación fiscal para el autónomo que empieza, por lo que aquello que no haya retenido durante el año en las autoliquidaciones trimestrales, tendrá que pagarlo a Hacienda de todas formas cuando haga su declaración anual de IRPF.

No obstante, esta última advertencia no tiene por qué ser siempre así. A continuación sabrás por qué.

¿Aplicar o no aplicar la retención del 7% en un modelo de factura?

La aplicación del 7% es opcional para los nuevos autónomos. Ahora bien, aplicarlo o no aplicarlo no es una decisión que se haya de tomar a la ligera.

¿Qué criterio hay que tener en cuenta?

Véamoslo por partes:

  • Si el volumen de facturación es alto (o, mejor dicho, si se espera que sea alto), quizá no sea una buena idea aplicar la retención del 7%. Pues al hacer la declaración anual, la sorpresa merecerá respeto: lo que no se haya retenido a lo largo del año, como decíamos antes, Hacienda lo reclamará.

  • Si el volumen de facturación es bajo (algo común entre los nuevos autónomos) aplicar la retención del 7% puede ser una buena idea. Ya que al hacer la declaración anual del IRPF, puede que incluso dé a devolver y, por tanto, aplicar una retención del 7% sea una ventaja para la actividad.