Conoce el punto de equilibrio: ¿por qué es un aliado clave para impulsar tu negocio?
Si ya te atreviste a emprender con tu propio negocio, de seguro una de las interrogantes que más ronda tu cabeza es cuándo finalmente comenzará a ser rentable. Cuándo alcanzará el punto de equilibrio en el cual el nivel de venta es tal que sus ingresos permitirán cubrir sus costos fijos y variables.
Y para responder esta interrogante que no te deja dormir no es necesario ser Yolanda Sultana ni mucho menos… Se trata de un ejercicio que todas las empresas deberían considerar en sus planes de negocio.
Calcular cuánto es lo que se necesita vender para no tener pérdidas es algo fundamental en cualquier proyecto de negocio que quiere alcanzar el éxito. Una herramienta de gestión financiera que te permitirá evaluar la futura rentabilidad, generar una adecuada estrategia comercial, fijar precios, elaborar campañas de venta, y un largo etcétera.
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¿Cómo calcular el punto de equilibrio?
Para saber cuál es el nivel de producción que un negocio debe tener para que su utilidad sea igual a cero, es decir, el punto en el que no existen ganancias ni pérdidas, se deben considerar dos factores fundamentalmente: los costos fijos y los costos variables.
Conociendo estos antecedentes se debe aplicar la siguiente fórmula:
Punto de equilibrio = Costos Fijos / Precio de Venta Unitario (sin IVA) - Costo variable unitario (sin IVA)
Por ejemplo. Si vendo un producto a $100, mi costo variable es de $50 y mis costos fijos suman $25.000, mi punto de equilibrio unitario se debería calcular de la siguiente manera:
25.000 / (100 - 50) = 500
Esto significa que para poder llegar al punto en que no hay pérdidas ni ganancias tendría que llegar a vender 500 unidades.
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¿Por qué importa saber el punto de equilibrio?
Tomando el ejemplo anterior, vender menos unidades significa entrar en la zona de pérdidas operativas. De lo contrario, vender un número superior a ese número significa que ya debería comenzar a recibir ganancias.
Así que ya sabes… si estás pensando en emprender con tu propio negocio no debes olvidar calcular el punto de equilibrio. Este dato te permitirá proyectar una adecuada estrategia comercial para tu negocio y tener más posibilidades de crecimiento. Y ojo, que la rentabilidad y sostenibilidad en el tiempo también dependerán de que realices los ajustes necesarios cuando la situación así lo amerite.
Recuerda que no hay fórmulas mágicas y que siempre debes reevaluar el punto de equilibrio cuando cambie el contexto. Por eso, una buena recomendación, es calcular un nuevo punto de equilibrio cada vez que tus números tengan una variación razonable.
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