Los 9 consejos que debes considerar antes de emprender un negocio familiar y no morir en el intento

Desde pequeños emprendimientos hasta compañías trasnacionales. Son muchos los negocios que hoy funcionan como empresa familiar. De hecho, un estudio realizado por SumUp Chile, en el cual participaron más de mil 700 dueños y dueñas de negocios de todo el territorio nacional, reveló que el 59% de los emprendimientos de nuestro país tiene esa característica. 

Y si bien las ventajas de tener un familiar como socio son muchas, entre ellas la confianza, también puede ser complicado en algunos aspectos. Esto porque las decisiones que se toman en un negocio no siempre son fáciles y pueden existir diferencias que terminen por afectar las relaciones familiares. 

Así que si ya revisaste nuestra nota sobre cómo separar las finanzas personales de las de tu negocio, ahora es el turno de que conozcas 9 consejos imprescindibles para emprender tu negocio familiar sin morir en el intento:

1.- Todo por escrito

¡No te confíes! Es cierto que trabajar con un familiar puede parecer más cómodo y relajado. Sin embargo, porque queremos cuidar esa relación, nada puede quedar como un simple acuerdo verbal. 

Antes de invertir un peso hay que asegurarse de que esté todo claramente detallado y por escrito. Eso incluye no solo los porcentajes de participación, también las responsabilidades y el tiempo que dedicará cada uno al negocio familiar. 

2.- Definir roles

Ya lo dijimos, pero lo volvemos a decir. Si no quieres tener problemas, tiene que estar todo claro desde un principio. Esa es la única manera de evitar roces innecesarios a futuro. Por eso, independiente de que sea una empresa familiar, debe tener un organigrama con los roles y responsabilidades de cada miembro de la organización.

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3.- Sacar provecho de las fortalezas de cada uno

Todas las personas tenemos fortalezas y debilidades. Y, como miembros de una misma familia, de seguro sabes muy bien cuáles son las de cada uno de tus parientes. Aprovecha cada una de ellas en favor del negocio. Recuerda que más allá de que las decisiones importantes sean tomadas en conjunto, sus cualidades pueden ser muy útiles para impulsar el negocio en el trabajo diario.

4.- La opinión de un tercero

Siempre es bueno tener la opinión objetiva de un tercero en situaciones complejas. Por eso, un buen consejo es considerar los comentarios de una persona de confianza, que no tenga los lazos sanguíneos que unen al resto, para tener una mirada que mantenga a hermanos, padres y primos enfocados en los asuntos comerciales. Esto garantiza que la dinámica y las emociones familiares se mantengan fuera de las decisiones de la empresa. 

5.- Tratar a todos los empleados por igual

No puede existir favoritismo o parcialidad en el trato con aquellos empleados que son parte de la familia. Tener este tipo de prácticas solo generará resquemores al interior de la empresa. Como siempre, la política debe estar enfocada en reconocer los méritos y cualidades de forma imparcial.

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6.- Tener una estrategia de comunicaciones

Pasa en todas las familias, incluso en las que componen los directorios de las más grandes compañías. Más de alguna reunión de negocios termina siendo el escenario de rencillas y reproches familiares. 

Por eso si no quieres que tus reuniones terminen siendo como un capítulo de las Casa del Dragón, establece una estrategia de comunicación formal que permita crear espacios para abordar temas exclusivos de la empresa. Reuniones periódicas, con la presencia de asesores externos, en las que haya una agenda y metas claras, para que nadie pierda el foco.

7.- Darse tiempo para un descanso

Precisamente por la confianza que se tiene entre familiares es más fácil entrar en conflictos. No procuramos mantener la misma calma que tendríamos con un extraño. Por eso, cuando los ánimos están crispados, la recomendación es darse un tiempo para calmarse y conversar, sin que las emociones ni la dinámica familiar invadan conversaciones que deberían ser estrictamente de negocios.

8.- No tengas miedo de pedir ayuda

Que tu empresa sea familiar no significa que no requieran de profesionales o expertos externos. No teman pedir ayuda cuando lo necesiten. Los negocios requieren de habilidades especializadas que no necesariamente poseen los miembros de la familia. 

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9.- Mantén el profesionalismo

Como decíamos al principio, trabajar con la familia trae muchos beneficios, pero puede traer complicaciones si no se establecen ciertos límites. Por eso es importante mantener el profesionalismo y evitar que los asuntos familiares afecten a la empresa. Es necesario delimitar muy bien el espacio del negocio con el de familia, de manera que ninguno de los dos se vea perjudicado

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